Olivia Ardey
¡Por fin! Acabas de teclear el ansiado punto final. ¡Qué euforia! Has liberado tus personajes y su historia cobra vida en las páginas. La satisfacción es increíble… Pues ahora viene esa fase compleja y minuciosa que se llama CORRECCIÓN.
Yo me he marcado unas normas que procuro (¡ujjj!) no saltarme nunca. Cada escritor tiene un método; éste es el mío, espero que os sean útiles.
1- Al texto hay que darle como mínimo tres vueltas. Pero, muy importante: saber decir “se acabó”. Si no, puede convertirse en algo eterno.
2- Primera corrección: ortografía, erratas, guiones, frases hechas, muletillas, repeticiones. Utiliza un corrector ortográfico on line o el que Word lleva de serie. Pero ¡ojo!, no son absolutamente fiables porque no distinguen, entre otros, los acentos diacríticos. Nada más infalible que el ojo humano. Pide ayuda, si es necesario.
3- Las editoriales prefieren un formato Times New Roman 12 p., páginas numeradas, sangría en primera línea, espaciado doble o 1’5 (todo ello en FORMATO PÁRRAFO) y guiones largos (CTRL + ALT + guión del teclado numérico). Esto de los guiones es fácil arreglarlo con la función REEMPLAZAR.
4- Si ves que tiendes a repetir frases, expresiones o palabras, usa un diccionario de sinónimos.
5- Palabras en las que dudes de si su significado se ajusta a lo que quieres expresar, te será útil el buscón on line del diccionario de la RAE.
Y ahora que el texto está correcto (no desesperes, todo el mundo se equivoca y la perfección absoluta imposible: siempre, siempre, siempre que releas tu novela, incluso cuando ya esté publicada, encontrarás algún fallo).
6- Segunda Corrección, vamos a por la historia. Errores que pueden suceder: equivocarse de nombre en un personaje o lugar, fallos en las características físicas de los personajes, equivocaciones en la acción (un personaje sale por una puerta sin abrirla, entran tres personajes en un lugar y al final de la escena alguno “se pierde”…), fallos en distancias, errores temporales (es de día y a mitad de escena está oscuro, transcurre una semana entre una y otra acción y en el texto dice “tres meses atrás”).
8- Revisar con ojo de lector lo que nos suene incongruente. Diálogos que no nos convencen, frases en boca de un personaje que suenan raras, escenas que sobran o pueden unirse, cambiar escenarios, algún fallo en la estructura, suprimir algún personaje secundario cuya función no está demasiado definida, párrafos demasiado descriptivos que se hacen pesados, repetición de ideas. Un consejo útil: ante un texto cuya redacción no convence, ayuda mucho leerlo en voz alta. Escrito puede que nos resulte pasable, pero la prueba de oído es infalible.
7- Corregir las dudas de documentación. Para no emplear tanto tiempo, es mejor subrayar cada duda y realizar las consultas todas al final (¿se llama así ese lugar?, ¿las distancias son correctas?, ¿existía el lápiz en esa época?…)
Ya tenemos nuestra novela bien pulida, vamos a darle el repaso definitivo. Si puede ser, déjala reposar dos meses en un cajón. Durante ese tiempo, ni pienses en ella y embárcate en una aventura distinta. Cuando la leas de nuevo, la verás con otros ojos.
8- Tercera corrección: el borrador. El texto no se ve igual en pantalla que en papel. Importante imprimirlo con el formato que le enviaremos al editor (el que he señalado antes). Si no quieres gastarte dinero en el gusanillo, taládralo y usa una carpetilla para evitar que se traspapele alguna página.
9- Ármate de bolígrafo rojo y post-it. Señala cualquier fallo que veas, de la primera página a la última. Luego, pasa esas correcciones al ordenador.
Y ya por último, es importante que:
10- No te relajes. Que tu atención esté al 100% tanto en las primeras páginas como en las últimas. Yo empiezo la segunda corrección del último capítulo al primero para que el final no quede descuidado.
11- Antes de enviar el manuscrito a una editorial, pide a algún amigo de confianza que lea tu novela y sepa aconsejarte mostrándote los fallos que no le convencen. Importantísimo que sea alguien que te dé una opinión sincera (y tú, como autor, estés dispuesto a oírla y aceptarla). No sirve de nada que nos regalen los oídos, las críticas nos ayudan a aprender y mejorar. Recuerda que ocho ojos ven más que dos.
12- Corregir es también escribir. A algunos escritores les resulta la parte más pesada de la escritura; otros, en cambio, disfrutan muchísimo de ella. En cualquier caso, es un trabajo inevitable. Así que, hay que afróntalo con alegría y muchas ganas.
Si has llegado hasta aquí, seguro que piensas que la corrección es cargante y engorrosa. Cuesta su tiempo, pero no es difícil. Los editores quieren leer manuscritos en óptimas condiciones. Y nosotros queremos que el nuestro lo lean, hagamos pues cuanto esté en nuestra mano para que no lo desestimen al primer golpe de vista por ese motivo.
Paso final: ve y registra la propiedad intelectual de la novela, que la obra es tuya.
Biografía
Olivia Ardey nació en Alemania, pero al poco tiempo su familia se trasladó a Valencia, donde reside con su marido y sus dos hijos. Ha crecido, vive y trabaja entre libros. Además de cuentos y relatos, varios de ellos premiados, publicados en diversas antologías (uno de ellos traducido y publicado en Italia), es autora de las novelas románticas Dama de Tréboles (La Esfera de los Libros, 2009) y Delicias y secretos en Manhattan (Éride Ediciones, 2011). En febrero de 2013 verá la luz su tercera novela, Bésame y vente conmigo, de la mano de Editorial Versátil.
Blog de la autora: http://oliviaardey.blogspot.com/
Interesante y sobre todo útil, ademas justo en el momento en el que me veo corrigiendo mi primera novela. ¡Gracias!
Me alegra que te sea útil, David. Es mi método, no será el mejor del mundo, pero a mí me ayuda. Un abrazo y suerte con esa novela.
Muy buen artículo, Olivia. Muchas gracias por tus palabras. Hay muchas cosas que sí que hago, aunque yo reviso la novela cuando estoy escribiendo también. Ahora hago hasta como 4 revisiones.
Es que no puedo estar más de acuerdo en todo lo que dices Olivia. Yo tropiezo en todos los puntos, pero sobre todo en el 1 fallo estrepitosamente, soy incapaz de decir se acabó, siempre encuentro algo qué corregir. Es horroroso. Muy útil, la comparto en twitter!
Muy buen post. Gracias.
Me alegra que te guste, Mary. Si en algo os ayuda, yo contenta estoy. Un abrazo.
Ay, Isabel, ese es un tropiezo que tenemos todos. Ayer envié la corrección de la maqueta de BÉSAME Y VENTE CONMIGO… Y esta noche aún estaba pensando que debía haber cambiado alguna palabra, después de la enésima corrección. Yo tampoco sé decir basta, lo intento y lo intento, pero… Un beso y gracias por compartirlo.
Gracias, Anabel. Y no queda ahí la cosa porque cuando ya está en manos de la editorial yo la corrijo como mínimo dos veces más, pero este oficio es lo que tiene. Besos.
Muchas gracias, me será muy útil.
Eso espero, Aurora. Besos.
Gracias por el post, de gran utilidad 🙂
La corrección es como todo, Sonia, tarea que no se puede evitar así que mejor tomársela con alegría y un poco de orden. Si estos consejos te ayudan un poquillo a lo segundo, me alegro mucho. Besos.
Excelentes tus explicaciones…pusiste en letras todos mis pensamientos…y tu primera opción es fundamental…saber decir se acabó….OPERACION SECUESTROS, podía ser un libro donde el final sería dentro de mil años…
LA POLITICA DA ARGUMENTOS DIARIOS SIEMPRE…
Un abrzo y repito, muy útiles todos tus consejos
Ralph
Pues me alegro mucho de que te sirvan, Ralph. Abrazos.
[…] El texto es de Olivia Ardey y nos llega vía el blog Ezequiel Teodoro. […]
Me parecen unas reglas estupendas que, no por sabidas resultan menos oportunas. Gracias
Gracias a ti por comentar, yo intento seguirlas al pie de la letra porque me cuesta decir basta. 😉
Muy útiles, gracias, llevo corrigiendo mi escrito desde hace meses y siempre que lo leo encuentro algo que debo corregir.
Espero que te sea útil. Besos.
Muy interesante e instructivo, muchas gracias, seguro que me será de mucha utilidad tus sabios consejos. Saludos.
Pues me alegro mucho. Ánimo con la corrección, Frank.
Cada vez que leo algo relacionado a esto, me doy cuenta que es lo que quiero hacer el resto de mi vida. Gracias por los consejos, a pesar de que aun no lo hago de manera profesional, me sirve.
Si a alguien le sirve de ayuda, yo contenta de porder echar una manita. Un abrazo, Juana.
Todo está muy bien, pero falta lo más importante, si sufres delante del papel en blanco, si no sabes què decir, si te cuesta pasar una tarde entera encerrado mientras tus amigos están de copas, mejor ólvidate de escribir y dedícate a otra cosa.
Tienes toda la razón.
Olivia, gracias por tu lista, me parece impresionante y los comentarios al final muy acertados. Una amiga correctora de estilo y traductora, cuando le comenté que probablemente me habia vuelto loca porque me estaba divirtiendo tanto con la corrección como con la escritura, me respondió que ya podía colgar el cartel de escritora en la puerta porque el oficio lo componen el fondo y la forma y es necesario aprender, cuidar y disfrutar, de ambos.
C.
Gracias Carolina por tu aportación. Es tan importante ser tu misma y divertirte con lo que haces, como vender. Seguro que a ti no te irá mal.
Gracias por compartir tus secretos. Lo comparto en Twitter.
@taller_novela
Gracias
Siempre me parecen tan importantes sus aportes.Mil gracias Ezequiel.Un abrazo!
Gracias Esperanza. En mi página siempre procuro introducir textos que sirvan para los demás.
Me ha encantado esta entrada. Muy muy útil. Mil gracias!!
Gracias por el comentario. Te animo a leer otros de nuestros consejos para escritores. Seguro que te parece muy interesante.
Gracias Sandra. 🙂