París fue en 2012 la tercera ciudad más visitada del mundo, según elGlobal Destination Cities Index, elaborado por la compañía financiera MasterCard. Cerca de catorce millones de personas recorrieron sus calles, pasearon por los Champs Elysées, se fotografiaron bajo la Tour Eiffel, montaron en un bateau para navegar el Sena, subieron a los tejados de Notre Dame cual Quasimodo e hicieron cola para acceder al Louvre.
¿Y qué pasa con quienes amamos la tranquilidad de un café sin aglomeraciones? ¿Qué les ocurre a quienes realmente desean conocer el verdadero París? Que deben viajar a la Ciudad de la Luz y visitar los lugares que citaré a continuación. Para ser parisino, aunque uno no sea de París.
Las crêpes e, incluso más importante, las galettes, son parte primordial de la cocina francesa. La diferencia fundamental entre unas y otras es que las primeras son dulces y las segundas saladas. Mi consejo: pedir en el almuerzo una galette compléte, es decir con huevo, jamón y champiñones. Y acompañarlo de sidra. Después, para postre, una crêpe al gusto; yo la prefiero sólo con azúcar y mantequilla, pero muchos franceses la comen con Nutella.
¿Y dónde? En cada esquina de París se puede encontrar una crepería. Mi apuesta: Creperie Beaubourg, en la Rue Brisemiche. Buen precio y producto exquisito. Además, con la particularidad de que se sitúa frente a la Fuente de Stravinsky,una fuente pública con dieciséis obras escultóricas, algunas de ellas con movimiento y pulverización de agua. Una modernidad.
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Me encantó el artículo de París, invita a conocerlo, gracias
Margarita Ramírez C de Caborca, Sonora México
Mil gracias. 🙂