¿Qué puedo aprender de un tipo que ha vendido cuatro millones de ejemplares?

A. M. Caliani

Si has leído mis dos entregas anteriores, deberías tener una idea más o menos clara de lo que será tu novela. Partimos de la base de que es un tema que le va a interesar a una franja importante de público y que es más o menos vendible. También damos por supuesto que te has documentado para la misma.

¿Qué debes hacer mientras escribes esa obra que te sacará del anonimato para hacerte brillar en el panorama de la literatura actual? Muy fácil: no dejar de leer durante los descansos. Pero no debes leer como un lector normal. No, amigo mío: deberás leer como un escritor.

Analiza las frases, quédate con los aciertos de ese autor y desecha sus fallos. Intenta hacerte con el best-seller del momento y bucea en sus entrañas, aunque la temática te importe un pimiento. ¿Qué puedo aprender de este tipo que ha vendido cuatro millones de ejemplares? Si das con alguno de sus secretos, has ganado el premio gordo. En su momento, yo me leí «El código Da Vinci», de Dan Brown. Me pareció escrito de manera mediocre, pero me enganchó su lectura. ¿Qué aprendí de él? El uso de una escritura rápida, con impactos cerebrales a bocajarro que te fuerzan a seguir leyendo y te atrapan (en el caso de este libro, son los enigmas que se suceden uno detrás de otro) ¿Quiero escribir algo parecido a lo de Dan Brown? No. ¿Me gustaría escribir como Dan Brown? Menos. ¿Me gustaría enganchar al público como lo hace Dan Brown? ¡Pues claro, coño, es lo que quiero, no me jodas! Y es lo que tienes que intentar encontrar: el secreto del éxito de cada libro. Hacerle ingeniería inversa hasta destilar la esencia de su gloria. Ni os imagináis lo que aprendí de los siete tomos de «Harry Potter» para escribir «El secreto de Boca Verde». ¿En qué se parecen ambas obras? Absolutamente en nada. Pero desde aquí le mando un beso a J.K. Rowling por todo lo que me enseñó.

Y ahora viene la parte más dura: no parar de escribir nunca. No pares.

La disciplina es importante. Deja de escribir tres o cuatro días seguidos y comprobarás que te cuesta retomar el ritmo. Sí, lo sé: a veces te atoras en la historia o estás harto de esa novela de mafiosos rusos que desgranas a trancas y barrancas, así que te propongo otra cosa más divertida y que, para colmo, te hará aprender muchísimo.

Ábrete un blog, una página web, o tantea alguna ya abierta en la que acepten colaboraciones. Comprométete a entregar al menos un relato corto al mes. No necesitas que tenga doce folios. A veces basta una página o dos para crear una buena historia. Intenta que traten de diferentes temas. Y una cosa muy importante: júntate siempre con los mejores escritores de esa página, y desoye las lisonjas de quienes escriben peor que tú. E importantísimo: no olvides exigirles que te señalen los fallos, no los aciertos.

Otra cosa interesante es participar en concursos de relatos o antologías. Tu nombre comenzará a sonar en ciertos círculos y, si eres bueno, te buscarán como si fueras una pepita de oro entre las piedrecitas del río.

¿Qué te reportará esto, aparte de despejar tu mente de la historia de tu novela? Tocarás más géneros, tendrás que recortar frases a causa de la extensión y no andarte demasiado por las ramas (una de los vicios del escritor novato). Además de eso, estarás en la picota de tus compañeros y de los lectores una vez al mes, lo que te vendrá bien para amoldar el lomo a los palos y saber contener la sonrisa de gato de Cheshire ante las alabanzas. Tendrás que esforzarte por pulir tus textos, y los comentarios de tus compañeros y de los lectores de confianza te ayudarán a ello. Todo eso repercutirá positivamente en tu forma de escribir y en la obra maestra en la que estás trabajando.

Este es el mejor entrenamiento que puedo sugerirte mientras trabajas en tu ópera prima, sin dejar de lado cosas más ásperas pero no menos eficaces, como repasarte la gramática de la RAE, y/o algún que otro manual de escritura que podrás encontrar fácilmente en la red. Y si dispones de medios económicos, asistir a un taller de escritura te vendrá muy, muy bien.

Para la próxima entrega: vicios del escritor novato, y como «rehabilitarse», aunque sea a palos.

El autor del post

A.M. Caliani

A.M. Caliani

A.M. Caliani nace en Ceuta, en 1963. En los 80 escribe en calidad de redactor en las hoy desaparecidas revistas«Staffel» y «Star Kits», así como algún trabajo esporádico como colaborador en«Modelismo e Historia». En la segunda también publica tiras cómicas, aunque pronto relegará las historietas a un recuerdo del pasado.

Además de novela, escribe relatos cortos. Uno de ellos, «El caballero del viento», le hace merecedor del primer premio en el Certamen de la Librería Tótem de Ceuta, en 2008. En noviembre de 2011, pasa a formar parte de la web Paraíso Cuatro (www.paraiso4.com), después de presentar su relato «Whiskeyman» para el especial de Halloween de ese mismo año, «Bajo el eclipse». Desde entonces, publica en dicha web una o dos veces al mes.

Novela: El secreto de Boca Verde (Ediciones Lampedusa)

Relatos publicados:

2011

«Whiskeyman»  (Antología digital «Bajo el Eclipse»,www.paraiso4.com)

«El caballero del viento», «La peor cena de mi vida» y «Recordando al héroe» (Antología digital «Relativamente»)

2012

«El taxista del infierno» (Antología «Camada», Ed. Mandala)

«El cuarto de Sonia» (Antología «Fantasmas, espectros y otras apariciones, Ed. La Pastilla Roja)

«Aisha Kandisha» (Antología digital «666», www.paraíso4.com)

«La última navidad de Todd Banning» (Antología «La hora de la bella y otras historias para leer en Navidad», Ed. Círculo Rojo # Seleccionado ganador del concurso)

«Cuenta pendiente» (Microrrelato, antología digital «Los 200 de Novela Negra», Artgerust)