Negro sobre blanco. Kayena.

(Madrid, 2011) El Doctor Simón Salvatierra, que vive sólo en una  urbanización en las afueras de Madrid, emprende un viaje en coche hasta  San Petersburgo, donde trabaja su esposa desde hace un año en un  proyecto científico. Poco sabe del mismo, ya que respetando la cláusula  de confidencialidad, ella nunca le ha contado nada al respecto.
El  viaje transcurre con más lentitud de lo que en principio tenía  pronosticado y cuando le faltan una treintena de kilómetros para llegar a  Miranda de Duero (una de las etapas que tenía previstas efectuar), se  detiene en una gasolinera para repostar y aprovecha para comer. A la  salida descubre con perplejidad que las ruedas de su vehículo están  deshinchadas y mientras busca en la guantera la póliza del seguro, es  abordado y agredido por unos desconocidos, siendo socorrido por un joven  que manifiesta ser auto-estopista y al que se ofrece a llevar a su  destino siempre y cuando testifique ante la Guardia Civil los hechos que  acaban de acontecer.