El premio Planeta Lorenzo Silva habla sobre libros, autores y crisis
Lorenzo Silva: “La orgía de la cultura libre ha permitido que existan más autores abandonados, autores con talento”
El premio Planeta reivindica el trabajo de los escritores en un país “sin ley que no protege su patrimonio”
Jamás se ha arrepentido de haber escogido la literatura como forma de vida pues con ella “he encontrado mi sitio en el mundo”
La literatura no es más que algo que se teje a la luz del día y se desteje por la noche, para volver a empezar horas más tarde. Y si el comienzo y el fin se dan la mano, ¿por qué no hacer lo mismo con un escritor que da sus primeros pasos y otro ya consagrado? Dos escritores: el novel, Ezequiel Teodoro -quien firma esta conversación-, y el que ya lleva 33 años creando historias, el premio Planeta, Lorenzo Silva, frente a frente.
Quedamos cerca de Plaza Castilla. Lo espero leyendo El asesino de la Pedrera (RBA). Viene en metro y haciendo rodar su maleta, compañera de viajes frecuentes. Como él mismo dice, a veces se levanta en una ciudad, almuerza en otra y duerme en una tercera. Lorenzo Silva, premio Planeta 2012 pero muchas otras cosas más: escritor de más de veinte novelas, para adultos, juveniles, de cuentos infantiles, de libros de no ficción, de esos que necesitan de la mirada de un informador que no es periodista pero que observa donde los focos no iluminan; abogado con la toga en unas largas vacaciones, y esperamos sus lectores que definitivas; enseñante en esto del marketing para los autores que buscan su lugar; descubridor de nuevos talentos; padre de cuatro hijos.
Lo miro sentarse desde mis ojos de recién estrenado en esto de la literatura. Es mayor que yo, pero no mucho, apenas cinco años. Se sienta y descubre la novela que estoy leyendo. “¿Qué te parece?”, me pregunta. La ha leído. Y no me extraña. Se mueve bien en la novela negra. Conoce a sus autores, los de fuera y los de aquí. Conoce bien su estructura, cómo sacarle partido, pero además, dicen los críticos y no pocos lectores, escribe muy bien. Quizá porque es escritor temprano, con 16 años ya, asegura, “estaba profesionalizado”, o tal vez porque sigue los consejos de su padre a pies juntillas. “En tu trabajo cuida de las herramientas”, le advertía. Y éstas en literatura no son otras que las palabras.
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