Hace falta más que una máquina para escribir una novela

¿Cómo escribir una novela?  He añadido este nuevo post, porque considero que el diálogo de los personajes tiene personalidad propia. Es la voz que le imprimimos a nuestros personajes, y tanto en las novelas más leídas como en el resto, de esos diálogo depende que nos creamos la historia o no. La voz tiene que ser acorde con el personaje, pero además aportar.

Si queremos proporcionar información, deberemos ir con cuidado. Tiene que ser algo natural.

Un ejemplo de El manuscrito de Avicena:

–Vamos a alcanzarlo –aseguró su acompañante.

–No estés tan confiado.

–Bueno, y qué si no. La culpa es de ellos, no se pueden cambiar las órdenes cada dos por tres.

El conductor se rió estruendosamente hasta toser, luego abrió la ventanilla y escupió una saliva pegajosa.

–En serio, como sigas hablando así voy a tener que matarte –advirtió al copiloto con la sonrisa aún en los labios.

–Es broma, ¿no?

–No –contestó el conductor–. Sólo te lo diré una vez, y porque es tu primer trabajo: a los jefes nunca se les cuestiona.

¿Qué hemos aprendido con este diálogo? El conductor es un asesino dispuesto a matar sin inmutarse, ambos están en un lío, su forma de hablar es concisa, directa y verosímil.

Y un ejemplo de Cuaderno negro: complot contra Franco:

—¿Quién?

—¿Quién qué?

—¿Quién llamó?

—Yo que sé. No dejó nombre y sólo quería hablar contigo.

Asintió.

—¿Un número?

—¿Parezco tu secretaria? —García sonrió—. Un día te van a decir algo esos cabrones, tal vez deberías presentarte por aquí un poco antes.

—Mañana. Dame el teléfono.

El diálogo aporta información de forma natural: uno de ellos siempre llega tarde, es decir que está cansado de su trabajo. tal vez es un inconsciente o le importa todo bien poco. Hacemos avanzar la acción de forma natural, pues uno de ellos le proporciona un teléfono que es clave para el comienzo de los problemas. Y, lo que es más importante, establecemos el grado de camaradería que existe entre García y el otro personaje, que es Toni Escobar, el protagonista. Eso será clave para entender una de las subtramas.