María del Pino
Hoy me he decantado por contaros una historia verídica que he vivido de cerca. En ella, hay un consejo y un final un tanto plano, pero bueno.
Antes de adentrarme en el tema, deciros que: ni todas las editoriales son iguales, ni mi opinión es la más sabia. Simplemente es lo que pienso.
Hace un tiempo, me escribió una persona –llamémosla X– muy ilusionada. El caso es que X me mandó un mensaje muy emotivo. ¡¡Una editorial le había hecho caso por primera vez!! Me alegré enormemente, pero había trabas y X no se sentía muy conforme con el contrato que le pusieron por delante. (Ahora que lo pienso, sus amistades, pese a no entender mucho del tema, creo que le aconsejaron lo mismo que yo). La verdad es que no me hizo gracia lo poco que me contó por encima. Se trataba de una coedición desastrosa.
Me pidió el favor de echarle un ojo al contrato y que me sincerase. Cuando lo hice con este ya sobre la pantalla de mi ordenador, me quise llevar las manos a la cabeza. Sin embargo, no pude ni moverme de lo impactada que me quedé. La coedición consistía en que ella lo pagase absolutamente todo. Y ya no hablo solo de imprimir el libro. No. Me refiero a amortizar los costes de una página web que X no pidió. También incluye gastos de presentación, publicidad y demás. Para que nos entendamos, pondré números y quitaré toda la morralla y parafernalia que ponían para adornar:
* Ejemplares pasta normal: 600 (uno novela de unas trescientas páginas)
*Dinero invertido por el autor: 3.500 €.
*Total de ganancia: 10.500 € o así (admito que no me quedé con el número exacto).
Si llegasen a venderse los 600 libros, el autor recibiría: 3.750 €.
Mi pensamiento es el siguiente. 600 ejemplares no cuestan ni de broma 3.500 € y al ser coedición, se supone que “han de ir a medias” con los gastos de impresión, ¿no? Entonces… ¿por qué tanto? Esa es la primera pregunta a replantear. La segunda es ¿cuántos le dejarían a X? ¿Una cajita de diez, veinte? Bueno… y eso ya no es la gota que colmó el vaso. Le di mi impresión sobre el chanchullo y las malas artimañas. Eso sí, no fui yo quien le quitó las ganas (cada uno puede hacer lo que guste).
La cosa es que les envió un correo denegando el contrato y le volvieron a proponer otro con una oferta más jugosa. 1.500€, 500 ejemplares. Mi nueva pregunta: ¿CÓMO? Ahí, amigos, es cuando nos quedamos a cuadros y se descubre que hay personas desesperadas por arrancarle el dinero a alguien que solo desea que sus sueños se hagan realidad. Personas que ponen su amor en un libro y, ya sea bueno o malo, desean compartirlos y vivir de lo que les gusta (o al menos, algo justo).
¿Qué cambió para que 100 insignificantes libros hicieran que el precio de la imprenta bajase nada más y nada menos que 2.000 € cuando usualmente a mayor cantidad, hacen una rebaja más interesante?
No os dejéis engañar por este tipo de ofertas que no pretenden otra cosa que sacarse un dinerillo. Ese, al menos, es mi consejo. Si vais a coeditar, pedid siempre la opinión de alguien que sepa si eso que vais a hacer os aportará algún beneficio porque, a veces, puede salir bien la cosa, pero otras, por desgracia, no.
La historia que hoy cuento acabó bien. X sigue buscando editorial con mayor ilusión y empeño sin haber tirado la toalla. La editorial se…–disculpad la expresión– ha comido los mocos. Y yo, por mi parte, me siento mejor conmigo misma. Haber podido ayudar a que no timen a una persona que algún día sé que formará parte de las letras, me hace feliz.
Ojo con lo que firmáis o con quien lo hacéis.
Un abrazo, y gracias por seguir ahí.
La autora del post
María del Pino (enero 1988) es una joven y prolífica escritora que, en año y medio aproximadamente, ha publicado cuatro libros. Se trata de una novelista que, en poco tiempo, nos ha demostrado que ya no es novel. No deja de sorprendernos con la rapidez y la calidad de sus escritos.
Sus tres primeras novelas forman la trilogía del amor. Estas son: «Más de un Mañana» (febrero 2011, editada por ella misma),«Artemis. El Origen del Mal»(Octubre 2011, JM Ediciones) y «Don Fernando. La Eterna Unión» (Abril 2012, JM Ediciones). Recientemente ha publicado en laColección Guadalquivir, «Relatos Profanos» (septiembre 2012).
Se ha presentado a Premio Planeta 2012 con la primera novela de la bilogía de «El caballero de los dos elementos: La leyenda destruida». Próximamente dará a luz una nueva obra. Eso sin contar con la saga en la que se encuentra embarcada, «El ladrón de almas», de la cual, ya se encuentra terminada la primera parte (Venganza).
Pese a que es novelista y nos ha demostrado su maestría en el relato, también nos deleita con poemas de su temprana juventud («Niño que llora») y con otros más actuales («A Córdoba, linda amada»). En su página web podréis leer varios de sus escritos y saber más sobre ella (www.mariadelpino.com).
Sus dotes artísticas no se detienen ahí. Aunque ella no se considera una profesional, pinta al óleo desde los cinco años y dibuja a lápiz. Todas y cada una de las ilustraciones de sus libros son realizadas por su mano. Incluso ha ilustrado el libro de «Relatos Atormentados», de su compañera Pilar Redondo.
Web: www.mariadelpino.com
Viví esa situación hace poco, imagino que de la mano de la misma «editorial». Lo que más gracia me hizo fue que apenas pasaron cinco días desde el envío del manuscrito a la «oferta». Cuando les comenté que al menos se podían haber leído mi biografía, en la que les decía que había trabajado en imprenta más de cinco años y que, por ello, el presupuesto me parecía, en palabras exactas, «de coña», se hicieron los suecos.
Lo peor es que como éstos hay ahora veinte mil casos, con muchos autores de mayor o menos calidad que permiten a estas rémoras alimentarse de sus sueños y su trabajo.
Un abrazo de ánimo a tu amigo, María.
Vaya… Si es que, aunque me lo espere todo, no dejo de sorprenderme.
Gracias por el abrazo para X 😉 Un saludo y suerte en todo.
Lamentable sin lugar a dudas, que existan estos tipos de buitres alimentándose de las ilusiones y esperanzas de unos autores que lo único que pretenden es que se les reconozca el enorme trabajo que desarroyan cuando escriben un libro.
Gracias Frank
Hace algunos meses escribí un artículo similar, titulado «Editoriales disfrazados de poetas».
La mayoría de dichas editoriales, son negocios fantasmas, que no están registradas en los organismos pertinentes, nada invierten en cultura, aparentan ser muy cotizadas gracias a sus contactos nunca por sus publicaciones, y sólo llenan su ego y bolsillos con el dinero del verdadero poeta o escritor, que está ansioso por trascender.
Esas editoriales te endulzan sólo si el escritor asume la inversión, de lo contrario tratan de ofenderte asegurando que tus escritos no son aptos para ser publicados, argumentando que “el comité editorial ha optado por sugerir no editarlo, porque observan que los escritos no parecen tener una poética sólida en su estructura”. Cuando el comité editorial está formado solamente por ellos.
http://fatimarodriguez.blogspot.com/2012/11/editoriales-disfrazados-de-poetas.html
Excelente artículo. Contaré lo que me sucedió similar a la autora en mención.
Un grupo de varios autores publicamos una serie de cuentos. Uno de los miembros escogió para la publicación un «autor-editor» que tiene una editorial que no vale más de tres cacahuates. Esto porque fue maestro nuestro en una escuela de escritores.
Desde el principio no estuve de acuerdo porque cobraba 3200 dólares por mil libros. No coedición, además nosotros teníamos que promocionarlo, se le haría correcciones ligeras de estilo, pero orgullosamente el tipo este, decía que saldríamos con su sello editorial. Sintiéndose Random House. Era más bien una autopublicación.
La situación es que los compañeros autores pagaron los 3200, divididos entre todos (eramos 10) salía más barato. En mi caso yo no lo hice, porque pude percibir como el «autor-escritor» se le escurría la saliva por recibir el dinero.
Cuando llegó el día de que los autores realizáramos el pago final, no lo hice, esto me llevo a ser expulsado del grupo de autores (amigos) por no estar de acuerdo. En una reunión me llevaron a la hoguera con des calificativos, me tacharon de irresponsable. Curiosamente quienes me señalaron, reciclaron materias de la escuela, en mi caso yo las pase todas con buenas calificaciones.
La situación terminó en que se publico el libro, por ese precio de 3200 dólares. Como el sujeto (Autor editor) le daba pereza hacer correcciones de estilo, gramática, etc. El libro nació con errores, por no decir horrores. No pagué , pero mi cuento salió, porque ya se había pagado por los demás.
Me arrepiento por haber salido con esa editorial que nadie conoce. Por cierto este autor-editor, es maestro, da clases, tiene publicados libros que con trabajos y los compra su mamá. Tiene su web, su facebook, conoce su materia, pero no le quita lo estafador. Incluso va a concursos como jurado a festivales, Sale en algunos diarios y escribe columnas. En charlas personales crítica y habla mal de otros colegas.
Creo que lo mejor es acercar se a gente profesional, que pueda ayudarte. Por mi parte estoy escribiendo una novela, prefiero recibir rechazos de editoriales a verme estafado por alguna.
Saludos, estupendo sitio.
Gracias por tu comentario. No deja de sorprenderme lo que hace la gente por dinero… Mucha suerte y sigue así.
Hola, Ezequiel y hola, María. Enhorabuena por el artículo. Vamos a enlazarlo en nuestro sitio, pues consideramos que todos los autores deben estar alerta de los contratos basura que se ven en el mundo de la coedición.
http://www.letrasdeencuentro.es/detalles.php?articulos=109&titulo=Artima%F1as%20de%20la%20coedici%F3n
¡Saludos!
Me parece genial. Gracias.