La autopublicación, ángel o demonio

Alex Guerra Terra

En mi primer consejo, empezaría por comentar algo fundamental sobre la búsqueda de una editorial para vuestro libro y la autopublicación, en base a mi propia experiencia y la de algunos otros escritores noveles.

Lo primero, tener paciencia y no desanimarse; porque las primeras (y la mayoría) de las respuestas serán negativas (a no ser que tengas mucha suerte, que los hay). Y segundo, en caso de, a los dos o tres meses, recibir una respuesta positiva, no dejarse deslumbrar por las aparentemente transparentes y favorables condiciones del editor.

Tanto si la editorial es de renombre como si no (actualmente ya no se sabe, pues grandes editoriales están involucradas en malos desempeños, fraudes y plagios), aconsejo ponerse en contacto con autores que lleven más de un año trabajando con ella, para conocer sus experiencias de primera mano; porque no todo lo que reluce es oro, ni todo lo que en la prensa se cuenta, lo es.

Muchos os confesarán que están arrepentidos de trabajar con esa editorial, porque no cobran, porque no se les ofrece un tratamiento mínimamente aceptable o por el motivo que sea. Todo esto habría que tenerlo en cuenta antes de firmar un contrato con una editorial.

Es posible que ninguna gran editorial nos llame, y que de las otras decidamos pasar. Y ese será el momento en el que la autopublicación surgirá en nuestras cabezas como una obra publicada. Pero la autopublicación tiene sus riesgos. El pulido del manuscrito (corrección de estilo, ortografía, gramática…) depende del propio autor; y en general, como no somos expertos, pasaremos por alto fallos que un profesional de las correcciones sí detectaría.

La maquetación, la portada, la tipografía, las ilustraciones… pasan a depender del propio autor. Nos convertiremos en informáticos, ilustradores, maquetadores… La difusión y promoción de la obra y las campañas publicitarias dependerán también de nosotros mismos. Esto requiere un altísimo nivel de autoexigencia.

Y además, nunca conseguiremos, ni con la ayuda de internet, la proyección que una buena editorial o una buena agencia literaria ofrecen: presencia en ferias, traducciones a lenguas extranjeras y giras. La espera puede ser larga y hasta eterna. Hace falta mucha paciencia, y no siempre se obtienen resultados.

Por lo tanto, la autopublicación creo que es una opción sólo después de haber esperado, al menos, dos años por una respuesta. Si en ese período no se ha conseguido llamar la atención de ninguna agencia ni editorial (y hablo de una de las buenas, no de cualquiera, que la mayoría no hacen nada por el autor), entonces sí recomendaría la autopublicación.

Pero advierto: supone un trabajo arduo y exigente, y en general, salvo excepciones, no es posible alcanzar proyección más allá de territorio nacional.

Alex Guerra Terra

Ooparts2Nació en Barcelona en 1967. Después de algunas incursiones por el Arte y la Fotografía, colaborando con revistas especializadas, estudió Historia en la Universidad de Barcelona y Arqueología en la Autónoma de Barcelona, a partir de lo cual participó en numerosos proyectos de investigación arqueológica en España, Uruguay, Chile y la Isla de Pascua, ligada a diversas universidades y museos, lo que la llevó a residir en Latinoamérica y Polinesia por años.  Trabajó activamente en la difusión de los resultados a través de programas de radio y televisión, conferencias, cursos, y artículos publicados en prestigiosas revistas internacionales, científicas y de divulgación. Ha publicado la novela Rongorongo.

alexguerraterra.blogspot.com.es