García Márquez y las cuatro novelas prohibidas por el Opus Dei

El Opus Dei prohibió cuatro novelas de García Márquez

El Opus Dei prohibió cuatro novelas de García Márquez

¿Sabías que el Opus Dei prohibió cuatro de las novelas que escribió el genial autor Gabriel García Márquez? Yo hasta ahora no. A raíz de su muerte he querido profundizar aún más en la figura del escritor, a quien tantas horas de hermosa lectura debo, y que de alguna manera influyó en que me decidiera a escribir. Pues bien, cual no fue mi sorpresa cuando descubrí que el mismísimo Opus Dei prohibía a su feligresía cuatro de sus novelas.

Es normal que un escritor se enfrente a la crítica literaria, e incluso política. En muchas ocasiones me han preguntado si no temía alguna reacción negativa por parte de Al Qaeda, por hablar de Bin Laden en  El manuscrito de Avicena. Ahora me preguntarán sobre la reacción del franquismo cuando lean Cuaderno negro: complot contra Franco. Un escritor debe ser valiente. Y García Márquez lo fue en todas sus facetas.

¿Quieres saber qué novelas prohibió el Opus Dei y por qué? Cien años de soledad sería una de ellas. Según este grupo ¿religioso? fundamentalista la novela «está llena de excesos, de increíbles exageraciones, de hechos descabellados». Además, critican el que «aparece salpicada, frecuente y extensamente, de escenas eróticas relatadas con crudeza y a veces con minuciosidad». Según estos señores que coartan la libertad, «la carencia de valores humanos, el menosprecio de los sobrenaturales, y el exceso de descripciones eróticas, hacen que esta obra sea moralmente rechazable».

El otoño del patriarca es otra de las novelas rechazadas porque, dicen ellos, establece un paralelismo entre la Iglesia o la religión, y la dictadura. ¿A qué me recuerda? ¿Quizá al franquismo? Y además, apuntan que «adopta un tono que raya en lo blasfemo».

En el caso de mi novela favorita, Crónica de una muerte anunciada, los justicieros del Opus Dei se atreven a decir que «es difícil reconocer valores positivos». Para ellos, «se produce una pérdida de lo humano, el hombre se animaliza y queda sometido a sus propias pasiones y al absurdo de un destino fatal que le hace perder su libertad».

Y en Del amor y otros demonios, los señores del Opus Dei dice que se advierte en García Márquez una clara intención de crítica al juzgar negativamente las instituciones y personas de la Iglesia Católica, como no se pudieran criticar. En opinión de estos ¿religiosos? «la religiosidad, como es habitual en García Márquez, aparece como una histérica enfermedad, o como superstición».

Quizá no estuviese nuestro insigne escritor tan lejos de la verdad. Al menos en el caso de este grupo parareligioso, famoso por su oscuridad, cuando la luz jamás procede de las sombras.