¿Holanda, el país de la igualdad de género y el sexo como algo natural, con un barrio rojo conocido en el mundo, puede ser en realidad Torremolinos 1973? Porque la noticia publicada por El País nos acerca más a la España del Landismo, con un Pepito Piscinas en busca de suecas, que a la Europa moderna de los Países Bajos. Y es que utilizar solo camareros en una Cumbre Nuclear para no distraer a los mandatarios con la visión de esculturales camareras, suponiendo que lo fuesen, es muy de congresos de tercera en aquel mítico Torremolinos repleto de machus hispánicus.
Ni los libros más vendidos ni en las películas más taquilleras podrían inventarse ficciones tan irreales como esta. ¿Qué opinión debe merecerle al dueño del catering, un tal Hans van der Linde -lo que vendría a ser Pepe García en España-, estos líderes mundiales? ¿O lo que es peor: qué opinión le merecen los hombres en general? Este es un asunto de machismo en el peor sentido de la palabra, pues nos coloca a todos los hombres al mismo nivel que nuestros primos, los chimpancés. Nos vemos por ahí…