10 consejos que nadie te dará para escribir una novela (3)

Hace falta más que una máquina para escribir una novela

Hace falta más que una máquina para escribir una novela

¿Cómo escribir una novela? Hay que detenerse en la creación del personaje. Conviene saber qué le ocurrió antes de su llegada a la novela, por qué piensa como piensa, cómo era su infancia. Hacer una ficha es fundamental para evitar incoherencias. El lector no es tonto y conoce al personaje mucho mejor que el propio autor, así que no nos extrañe si alguien nos dice que el personaje hace algo que no haría, es decir, que no es acorde con la construcción que hemos hecho de él. Y ocurre en las novelas más leídas, y también en el resto.

Y a la hora de presentarlos, queda mucho mejor que vayamos mostrándolo más que diciendo cómo es. Es decir, no podemos quedarnos en que era rubio, alto, con ojos azules y unas manos de pianista. Eso no nos dice nada. Nos diría mucho más que el personaje, por ejemplo, se entretenga un buen rato en alisarle un rizo descuidado, o que enseñáramos al personaje extremadamente molesto por la factura de la luz y del gas.

Por ejemplo, en El manuscrito de Avicena se nos muestra a Simón Salvatierra revisando una y otra vez el gas, las puertas y las ventanas antes de partir de viaje, lo que nos revela un personaje metódico, obsesivo; también lo vemos saliendo de una vivienda unifamiliar de una urbanización, lo que también nos proporciona pistas acerca de su forma de ser conservadora, familiar…

En Cuaderno negro: complot contra Franco, Toni Escobar amanece con un calcetín agujereado, en una vivienda con muebles antiguos y algunos con las puertas medio caídas; más adelante, vemos sus manos con dedos como nabos, que parecen que apretarían varias teclas del ordenador a la vez, o su camisa un pelín apretada en el abdomen; todos estos detalles nos cuenta cómo es físicamente, también cómo piensa, cómo vive.